QUEREMOS UN AVIVAMIENTO


Esta podría ser la declaración de cualquier cristiano de todas las épocas alrededor del mundo, como expresión de la necesidad de una manifestación de la persona de Jesucristo. Pero, en realidad, ¿entendemos bien lo que es un avivamiento?
La palabra avivamiento o sus derivadas, aparecen muy pocas veces en las Sagradas Escrituras. En Salmos 119:37 leemos ¨Avívame en tu camino¨en Habacuc 3: 2 ¨Oh Jehová,aviva tu obra en medio de los tiempos.¨Este clamor del pueblo hacia su Dios implica siempre el reconocimiento de una necesidad y la seguridad de que la misma sólo puede ser satisfecha por Dios
El salmista lo sabía y por eso le da contenido a esa expresión reclamando: ¨¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti? Salmos 85:6.
Es que un avivamiento significa una visitación extraordinaria y sobrenatural del Señor a sus hijos con el objecto de vivificarlos, restaurarlos, darles vida, en fin, avivarlos. Este acontecimiento inusual obra de manera concreta sobre los creyentes trayendo frutos que pueden contarse como conversiones, consagraciones, derramamiento del Espíritu Santo en diversidad de dones, arrepentimientos, santificación, etc. Si después de lo que llamamos avivamiento no quedara ningun fruto del Espíritu, habría que preguntarse si en verdad eso ha sido un avivamiento genuino o si simplemente ha sido una manifestación que no pasó más allá del nivel de los sentimientos.
Es que hay que tener mucho cuidado porque, aunque los sentires y emociones son buenos y nos hacen bien, si no son la expresión de algo mas profundo a nivel espiritual, pronto pasarán, sin haber dejado una verdadera huella en la vida; de sentires y emociones no se vive la vida cristiana, puesto que si provienen del horizon pueden resultar engañosos Jeremías 17:9
Hay dos cuestiones fundamentales que será interesante resaltar acerca de este fenómeno: la primera tiene que ver con el carácter extraordinario de un avivamiento. La segunda, con su soberanía. En cuanto a su excepcionalidad es importante afirmar que los avivamientos no son permanentes sino ocasionales. Esto es que vienen y se van a modo de oleadas, despues de las cuales los hijos de Dios vehiculizarán los frutos que ellos hayan dejado a su paso. Así fueron los avivamientos biblicos y nada nos hace suponer que los actuales deban ser diferentes.
En lo que respecta a su carácter soberano, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que los avivamientos los envía el Señor, los sustenta el Señor, y los maneja el Señor de acuerdo con su soberana e inapelable voluntad… Nuestra posibilidad, orar por un avivamiento. Su prerrogativa, otorgárnoslo.
Comprender acabadamente estas dos realidades nos permitirá gozar en plenitud de cada visitación divina, y a la vez nos preservará del error de tratar de manipularla, o estirarla cuando ya la ola del derramamiento haya pasado y se deban disfrutar sólo sus consecuencias.
Avivamientos genuinos hubo muchos en la historia desde los tiempos bíblicos hasta los actuales; muchos de ellos han quedado registrados para siempre en las páginas de las Sagradas Escrituras.
En el Antiguo Testamento ocurría un fenómeno muy peculiar:cada vez que el pueblo rebelde y contradictor volvía a la Palabra de Dios, entonces se producía un avivamiento. Y esto merece ser destacado. Un avivamiento genuino y de proportioneel siempre deberá estar atado a la revelación escritural; de sentimientos y cosas novedosas esta lleno el mundo de las sectas. Volver a la Biblia con fervor, con amor, con deseos, abre las ventanas de los cielos y hace descender ese rocío vivificante.
Así fue en tiempo de Josías- 2 Crónicas 34 y 35 Primero, limpió de idolatria al pueblo. Luego comenzó a reparar la casa de Dios. Y cuando ya estaban dadas las condiciones, encontró el libro de la ley. A partir de allí comenzó un avivamiento hasta el punto: Nunca fue cerebrada una Pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta…¨35:18
Más cercano en el tiempo, en el siglo XVI, ocurren sucesos extraordinarios: un hombre, Martin Lutero, se pone a la cabeza de un movimiento que venía gestándose desde tiempos antiguos. Era una vuelta a la autoridad inapelable de las Sagradas Escrituras. La Biblia volvia a ser de todos los cristianos para su estudio, consulta, su devoción diaria…
¨Sola Scriptura¨ proclamaban los reformadores y sólo con ella desencadenaron el mayor avivamiento de que tenga memoria la historia post-bíblica hasta hoy día.
¿Qué lugar ocupa la Palabra de Dios en nuestro corazón? Sería saludable reflexionar…
Si en verdad estamos buscando un avivamiento, comencemos por el principio, por el Verbo , por la Palabra, por la Revelación y permitamos que a partir de allí descienda del cielo la lluvia temprana y tardía… Y de seguro no erraremos porque conoceremos la Palabra y el poder de Dios…Porque… ¨
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.¨Deuteronomio 29:29  ¨

En nuestra entrega anterior rescatábamos las características de un avivamiento, poniendo especial interés en su carácter de extraordinario, y su fundamento en la soberanía de Dios. Lo comparábamos a mareas que llegan a la costa con ímpetu, salpicándolo todo avasallando todo a su paso, para luego retirarse, habiendo dejado sobre la arena la impronta de su presencia.Los avivamientos, recalcamos, no son algo permanente, sino intermitente: vienen y van, de acuerdo con los absolutos designios divinos, pero en su paso más o menos fugaz, todo lo vivifican, todo lo renuevan, todo lo santifican. Son verdaderas visitaciones excepcionales del Señor a un pueblo que nada merece, y que en nada puede pagar lo que recibe.

Hablábamos del avivamiento espectacular que puede sobrevenir como consecuencia de volver a la Palabra de Dios y mencionábamos el caso paradigmático del rey Josías. Pues bien, le toca el turno ahora a otra clase de avivamiento, que puede presentarse también como resultante de que el pueblo esté ocupándose en lo que se debe ocupar. Casi cien años antes del rey Josías, reinaba en Judá el rey Ezequías( 2 Crónicas 29,30 y 31).

El relato de su reinado comienza de la siguiente manera: ´´En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó (29:3). Convocó a los sacerdotes y levitas, los amonestó sobre sus yerros, hizo pacto con Dios, e hizo sacar toda la inmundicia del templo, para luego ofrecer los holocaustos y las expiaciones. Evidentemente este era un hombre que conocia a Dios y habia escuchado lo que David cantaba.¨¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado en engaño.´(Salmos 24:3 y 4).

Es que es imposible, y es bueno saberlo, pretender más del Señor sin antes procurar ser limpios, y anhelar limpieza sobre limpieza y santificación sobre santificación: si esperamos un invitado notable, ¿no procuraremos acondicionar la casa , tener aseados los manteles, mantener un mínimo de orden? Además de la limpieza, es de notar que el rey Ezequías abrió nuevamente la casa de Dios y reparó sus puertas, como indicativo de que si habrían de encontrarse con el Señor seria alli, en Su casa, y no en forma individual o independiente, como es tan fuerte la tendencia de hoy en dia.

Esa casa tenia una puerta, y fue reparada: porque sólo hay una manera de allegarse a Dios, y esto será asi para todas las edades. Cuando el rey concluye con estas tareas preliminares se concentra en lo que él sabia, porque lo habia aprendido suficientemente de su padre David, que produciría un avivamiento en el pueblo; decide restaurar el culto a Dios: ´Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David de Gad vidente del rey y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedia de Jehová por medio de sus profetas.

Y los levitas estaban con los instrumentos de David y los sacerdotes con trompetas y cuando comenzó el holocausto, comenzó tambien el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David, rey de Israel.Y toda las multitud adoraba y los cantores cantaban y los trompeteros sonaban las trompetas,(...) 29:25,28) La Palabra de Dios nos confirma que fuimos creados y rescatados para la gloria de Dios y esa misma gloria debe ser nuestra vocacón, nuestro interés y nuestro desvelo. Es el oficio primario que como hijos de Dios se nos ha encomendado porque la misma Biblia reclama que Dios está buscando adoradores. Ni trabajadores ni evangelizadores mas si adoradores.

Exequias lo sabía bien. Lo habia aprendido del dulce cantor de Israel de aquel que habia recuperado el arca y habia danzado alegremente delante de todos sus súbditos. Inmediatamente despues que el rey restaura el culto a Dios, esto es, que pone las cosas en su lugar de acuerdo con las prioridades verdaderamente espirituales, convoca a todo el pueblo a celebrar la pascua; y hubo entonces gran regocijo en Israel; porque desde los dias de Salomón hijo de David rey de Israel, no habia habido cosa semejante en Jerusalen.(29:26) ¿Qué lugar ocupa el culto a Dios en nuestro corazón? Si es solamente un adorno dominical previo a escuchar la Palabra de Dios, puede ser que nos estemos perdiendo la parte mas importante de nuestro destino eterno, que será para glorificar por siempre al Cordero divino.

Si el pueblo de Dios se ocupa sinceramente, genuinamente, intensamente en el culto que a El le tributa, de la misma manera que volviendo a su Palabra, ¨pronto puede venir un derramamiento del Espiritu Santo que todo lo avive y reanime. ¿Queremos un avivamiento? Volvamos a la Palabra y ella por su incomparable poder nos volverá al Señor para que restauremos su altar en nuestro corazón. Celebremos al Señor un culto de mayor gloria y El se ocupará absolutamente de todo lo demás.

Eliana Gilmartin (esposa del pastor en Mar del Plata)